Odio a los adultos
siempre tan encerrados en sí mismos,
tan encerrados siempre solo en sus ideas.
Si uno les contradice, se enojan;
no pueden hacer otra cosa que pensar en sí mismos.
Los odio, y lo peor es que yo algún día,
me convertiré en uno.
Pero por lo menos ya he pasado por demasiadas
cosas en mi vida, para no pensar como ellos.
Lo hacen de esa forma tan repulsiva, seria,
formal, tan fome, tan...ADULTA!
¿Por qué de algunos niños tan felices, crecen y se
convierten en estos monstruos tan fríos que se hacen llamar adultos?
¿Por qué tienen que cambiar tan drásticamente?
¿Qué les hizo la vida, para que ellos reaccionen de esa manera?
Los odio tan profundamente, que en una de esas, me gustaría ser
como Peter Pan, y quedarme para siempre como una niña
y no crecer nunca más, para tener que ser un
maldito bicho: un adulto.
sábado, 30 de julio de 2011
Llanto.-
¿Será tal vez la idea de desahogarme con el llanto?
No lo sé,
Pero sí,
Tengo ganas de llorar,
Pero realmente no sé
porque tengo esas ganas masivas,
de tener que llorar.
Es raro,
y la verdad es que no me conozco,
y tampoco me siento.
No lo sé,
Pero sí,
Tengo ganas de llorar,
Pero realmente no sé
porque tengo esas ganas masivas,
de tener que llorar.
Es raro,
y la verdad es que no me conozco,
y tampoco me siento.
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