martes, 21 de diciembre de 2010

La verdad.-

Así que, al fin y al cabo, fue verdad,
Los rumores, fueron verdad,
Y ahora que lo compruebo,
me sorprendo al ver que fue verdad.
Tanto tiempo espere para que 
esas palabras se presenciaran.
Tanto tiempo para poder, al fin,
sacarme un peso de encima y tranquilizarme.
Hay veces que solo una palabra,
como es la palabra verdad
puede sacarte un peso de encima,
puede dañar a alguien,
puede alegrar a alguien;
en mi caso,
fue sacarme un peso de encima.
Y que feliz me siento,
al saber que la verdad,
se pronunció ante mí.

Estrés.-

Aunque ya terminaron
todas las pruebas del colegio,
algunas de mis clases particulares,
y ya no estoy enamorada de nadie,
sigo sintiendo un nudo en mi pecho.
No sé como todavia tengo estrés acumulado,
si ya no tengo que preocuparme de nada más,
no sé como es que sigo así.

El amor.-

Ya nada queda de amor;
Se fue como el humo, que navega
por el mundo, hasta desaparecer.
Es por eso que ya nadie lo ve,
y tampoco nadie lo siente.
El amor ya no es más que una palabra.
El amor ya no existe,
desapareció del mundo.

No importa nada.-

No me importa nada,
nada,
me siento vacía,
nada importa...
Me siento vacía,
como sí hubieran hecho un agujero negro
en mi pecho.
Como sí me hubieran perforado el pecho,
y me hubieran sacado todas
las emociones y sentimientos.
Y es por eso, que estos, desaparecieron de mí.

No queda nada.-

¿Qué es lo que me pasa?
No se.
¿Qué es lo que tengo?
No tengo idea.
Lo único que sé
es que tengo ganas de llorar,
pero no a lo delicado, 
sino que con furia,
sacarme todas las malas energías
que poco a poco
van consumiendo mi cuerpo.
Que me deshacen por dentro
y me dejan con cenizas,
sin recuerdos,
sin emociones,
sin NADA.